Una profesora que se defiende

Me he topado con un video insólito, en donde una profesora regaña en plena clase a una de sus alumnas por haberla insultado en Twitter, y otro por haber retwitteado dichas ofensas.

La docente comienza dando una clase con el único motivo aparente de enseñar sobre los peligros y problemas de las redes sociales. En un momento de la exposición, pide a una de sus alumnas llamada Marina leer un texto que hablaba sobre como las redes sociales puede propiciar delitos, y cuando la estudiante reconoce que hay delitos como el Cyber bullyng, la afectación de una imagen, etc, la profesora la hace concluir, va hasta su escritorio, toma un papel que a continuación da a Marina, y le pregunta porqué escribió esas cosas. También le pregunta a otro alumno que hizo participar, porqué había retwetteado los agravios.

La profesora termina diciendo con la voz quebrada, que tiene derechos que va a hacer respetar.

Personalmente pienso que aunque a primera vista la profesora pueda parecer tener una actitud equivocada como adulta o profesional por los twitts de una adolescente, yo en todo el video puedo sentir no solo enojo, si no también tristeza y decepción por parte de la docente.

Yo creo que sintió un doble ataque a su autoestima, ya que no solo la insultaron como persona, si no que la agresión la atacó como docente, por provenir de una alumna. La decepción es de entenderse, si comprendemos lo importante que puede llegar a ser para un profesor el progreso de un alumno, y que su preocupación por enseñar sea entendida y correspondida… supongo que el profesor que es insultado por su alumno, sin motivo aparente, los hace reflexionar de la misma forma que los padres de rebeldes sin causa “¿En qué fallé?” “¿Qué hice mal?”.

A mi parecer, si llegó a una medida tan extrema, es evidente que estaba totalmente dolida por las palabras de su alumna. La escena preparada por la profesora la exponía a ella y los alumnos, y creo que fue un riesgo que estuvo dispuesta a correr para defender su reputación.

En un momento ella menciona que sus familiares tuvieron que verlo, y como con esas palabras me imagino que lo vieron sin que ella se los mostrara, supongo que se trató de algún hijo o sobrino con conocidos que estudian en ese colegio, y por casualidad se enteró de todo el asunto del Twitter.

Recuerdo que cuando iba al secundario, una profesora de economía que no tenía nada de malo nos hizo hacer un trabajo en grupo, y les dijo a las chicas del mío que dejaran de charlar, y se pusieran a trabajar. A pesar de que lo pidió cortésmente, las inmaduras de mi grupo se pusieron a criticar su trasero por esto, y yo les dije que ella no había hecho nada como para que le faltaran al respeto de esa manera.

Me consta que hay jóvenes que se molestan de la nada con un profesor que solo quiere cumplir con su labor a pesar de que generalmente no se les paga bien, pero siento que se dejó llevar por el enojo al final.

Ella afirma tener derechos que va a hacer cumplir, pero Marina y los padres del resto de los estudiantes también, como el que no se divulguen las imágenes de los menores sin permiso, y menos en ese tipo de situaciones.

Es entendible que muchas personas si tuvieran la autoridad suficiente como para manipular el comportamiento de otra persona y hacer que se disculpara por los insultos recibidos, lo harían, y se que este asunto no debía quedar en la nada; pero era innecesario hacerlo publico… perfectamente el asunto se hubiera podido arreglar dentro de la institución, aunque la profesora tenga que soportar enseñar en un colegio donde piensan que es una perra solo para llegar a fin de mes.

Se que muchos probablemente recibimos insultos en Internet (yo tengo una generosa cantidad en mi correo) y que hasta se dicen sin pensarlo mucho. Pero si nos molesta, imagínense lo que es recibir agresiones de este tipo por parte de alguien que te conoce, o enterarte de esto por parte de un familiar ¡Como si fuera poco ver a esa persona con su cara de santo inocente! (para rematar, en ese alguien depositaste expectativas, y piensas que no hiciste nada para merecer lo que te hace)

Yo creo que jamás he pensado mal de los profesores o maestros… ni siquiera cuando a los nueve años una de mis profesoras me dejó de cama.

Durante el examen de lengua la maestra de matemática entra y dice rápidamente los que desaprobaron, y al escuchar mi nombre en esa lista, me descompuse de tal forma que la profesora de lengua tuvo que alcanzarme agua para ver si me reponía (la otra maestra ya se había ido). La descompostura empeoró con los días, al punto de que estaba muy mal como para asistir a mi promesa a la bandera… hasta el medico confirmó que lo que yo tenia era emocional, y no un virus.

Ni por lo que les acabo de contar pensé mal de mi maestra, porque se que me quería, no hubiera hecho nada para lastimarme intencionalmente, y que adoraba a sus alumnos.

Incluso por más que mi profesora de sociología me obligó a crear un Factbook, porque por más que me molestara, su intención no era otra que me mantenga al tanto de la cátedra, cosa que es una buena razón. Esa misma profesora que me hizo unirme a la red social,  no solo me da clases a mi en la facultad cómodamente ubicada en el centro, si no que arriesga el cuello en facultades cada vez más inseguras para llegar más o menos a fin de mes ¿No tiene suficiente con que su trabajo sea mal pagado, como para que yo venga a quejarme de ella con insultos? ¡Solo hace su trabajo!

Queda abierto al debate, que tan bien o mal actuó la docente. Muchos critican a la profesora por lo que hizo, pero  en general, creo que estuvo muy bien en hacerse respetar (no de la manera más correcta quizás, pero alguien tenia que educar a Marina, ya que parece que o los padres no lo hacen, o la chica no quiere aprender por las buenas), porque si no, le van a andar quemando el pelo como a esta otra.

Se que estos chicos tienen todo el derecho de expresarse como quieran en Twitter, pero hay una línea delgada entre la libertad de expresión y la ofensa que cruzaron. Lo que hicieron fue un abuso de su libertad de expresión que puede influir en la vida laboral de la involucrada, en sus relaciones con los demás alumnos.

Sea lo que sea que enojara a Marina, seguro era una tontería, porque de ser importante lo hubiera denunciado a sus padres o la institución, en vez de en twitter.

En fin… triste la historia de esta profesora y su alumna.

PS: Grimaldo, muy fea tu actitud de seguir insultando a la maestra por Twitter. Veamos si te va a gustar que un conocido te humille en frente de tu familia, tener que ver a esta persona regularmente, y cuando la mires, saber lo mal que piensan de ti detrás de esa cara de yo no fui (y encima haber tenido expectativas en el).